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MbDM (XXVIII) 4 excusas para meter un dungeon crawler.
MbDM (XXVII) Catoblepas, el momento de parar.
Como master novato vas a sentir una tentación irrefrenable por hacer uso de todo tu Manual de Monstruos al completo, para luego pasar al Manual de Monstruos 2. Un día te verás diciendo a tus jugadores – Os ataca una terrible criatura de forma humanoide, su cuerpo parece una escultura a medio construir de aspecto blando y con agujeros ¡Es un golem de Emmental! – y ese es el día en que has cruzado la delgada línea que separa el juego de rol con el munchkineo más abyecto.
Los Manuales de Monstruos son el mal, con todas esas ilustraciones chulísimas, cientos de bichos esperando a desfilar por la pasarela de tus combates. Dios, no puedes sacar solo uno… pero deberías. En una ocasión, hablé sobre los dungeons tematizados donde los monstruos siguieran un tema (trasgoides, undead…) en lugar de unas absurdas tablas aleatorias. Pues la idea es que exportes eso al resto de tus campañas.
Los monstruos son una herramienta más en la construcción de tu historia, un ladrillo de tu campaña. No trates de hacer que cada ladrillo sea diferente al resto, no tiene sentido. Tu historia no va a ser mejor porque consigas chequear todos los monstruos de los Bestiarios 1, 2 y 3. Además (y aunque parezca absurdo) al público (tus jugadores) les gusta lo cotidiano y la repetición, les gusta encontrarse con enemigos que les resultan familiares y contra los que se han preparado, sienten que tienen el control de la situación, que el ranger tiene las mejoras adecuadas, el francotirador la munición apropiada y los spell-casters los conjuros que necesitan. Ten en cuenta también que tú como master, conoces todos los stats del bicho en cuestión y como su padre adoptivo, sabes apreciar los matices entre el troll del pantano y el de las marismas. Para los jugadores sin embargo es solo otro saco de PXs que te acabas de sacar del libro y no van a investigar lo suficiente de él como para disfrutar de esas diferencias.
Nada como unos buenos orcos para animar el día a tus PJs. |
Esto no significa que tengas que sacar un orco tras otro hasta el fin de los tiempos, pero sí que puedes trabajar con tres o cuatro tipos básicos de criaturas (undeads de bajo nivel, humanos con niveles, trasgoides y alimañas por ejemplo) con los que definir el 90% de los encuentros, te aseguro que hay variedad más que suficiente para que no se haga repetitivo. Recuerda que lo importante de un encuentro debería ser como encaja en la historia que estás contando y que aporta, no que bicho van a matar y cuantos PXs y tesoros les van a dar (lo harás al principio, todos lo hemos hecho, pero tarde o temprano tendrás que dar el paso XD).
El 10% restante de encuentros tendrá ese bicho especial que enciende la imaginación de tus jugadores, que les sorprende y los saca de su zona de confort. Y como has tematizado tu campaña con una cantidad limitada de monstruos, no necesitas sacar un Estornino Feeral de las Sombras, ni cualquier otro de sus primos del plano elemental de la ridiculez. Un escorpión gigante, un espectro o un simple troll son más que suficientes para sorprender a tus jugadores, que después volverán a la comodidad de las emboscadas de hombres bestia.
Un ejemplo de que no es necesario sacar miles de enemigos diferentes. |
¡Pero qué hacer entonces con todos los Manuales de Monstruos que has comprado! Ya hemos hablado de cuando comprar y cuando fotocopiar ¿verdad? Lo cierto es que cuando te pones a investigar en profundidad uno de estos bestiarios en busca de un bicho concreto (en la campaña que llevo en estos momentos me ha tocado hacerlo), es cuando descubres la enorme cantidad de paja que lleva el libro. ¡20 nuevos tipos de dragones! ¿En serio? ¿Tus jugadores ya se han aburrido de matar a todos los dragones cromáticos y metálicos del primer bestiario? porque los míos solo han oído leyendas de uno. Y la lista de la ignominia sigue extendiéndose con los famosos monstruos de generación por tabla (tira 1D10 patas, tira 1D6 brazos…) hasta llenar un tomo de doscientas páginas con 20 criaturas interesantes y 180 que no lo son.
El susodicho Catoblepas… será una criatura mitológica, pero no lo veo… |
Así que no lo hagas, no te gastes el dinero en ese Compendio de Monstruos con Melena, no lo vas a usar (o no deberías). Como te he dicho, si consigues que lo interesante de un encuentro no sea el bicho en cuestión, sino como se ha llegado a ese enfrentamiento dará igual que sea una criatura de nombre impronunciable o un simple esclavista orco. Inspírate en series y películas del género y verás como no es necesario convertir cada partida en un desfile de criaturas de pesadilla.
Bueno, esto es todo por hoy, la semana que viene haremos un especial del concurso y soltaremos unas cuantas preguntas para contestar por correo. Nos vemos y recordad que podéis seguir el blog en facebook, Google+ y twitter en 2maracasD10.
MbDM (XXVI) Mentores, aliados, archienemigos y némesis.
Cuando desarrollamos nuestras campañas, suele ser interesante crear una serie de PNJs que destaquen sobre el resto, no solo por su cuidado y detalle, sino también por su permanencia en la trama.
El policía de Boston, cumplió su papel en la partida, ayudando a los PJs en la investigación y dejando que se marcharan de la escena del crimen antes de que llegaran sus compañeros, cuando le convencieron de que detrás del terrible asesinato ritual había algo mucho más pavoroso. La historia podría terminar aquí, pero es un PNJ demasiado bueno para desperdiciarlo, es mucho mejor convertirlo en un aliado de los jugadores, un personaje que aparecerá una y otra vez a lo largo de las campañas y que servirá de fuente de información, de gancho para aventuras o para disimular un deus ex machina como la copa de un pino y hacer que los jugadores traguen como pajaritos.
No siempre es necesario definir este tipo de PNJs de antemano. O al menos no todos, un mentor o archi-enemigo debería haber sido diseñado desde un principio, pero aliados y némesis tienen mucha más fuerza cuando se generan espontáneamente a partir de un PNJ secundario. El motivo es que por mucho que quieras crear una historia y unos lazos del PNJ con el grupo, estos nunca serán tan fuertes como los que se crean de forma natural a lo largo de la partida. Por el motivo que sea tu bardo informador no les ha caído bien a los PJs y de modo inconsciente tienden a ignorarlo. Aunque les lleve el mismísimo anillo único envuelto para regalo, nunca crearán con él los lazos que han desarrollado de forma automática con el tabernero que les ayudó cuando la guardia del duque los buscaba para interrogarlos.
El guardia Martínez se acaba de ganar al mago y está a un paso de convertirse en un aliado potencial. |
Esto no quiere decir que los PNJs tengan que ser planos y grises hasta que los jugadores entran en contacto con ellos y se interesan por su vida. Pero no es necesario que los desarrolles, más allá de un par de pinceladas de personalidad y algún aspecto curioso de su vida que puedas usar para ir improvisando si se da el caso. Ni siquiera hace falta que lo tengas preparado de antemano, improvisa. El posadero es un tipo animado, con un potente vozarrón y una pata de palo que resuena por la tarima de la taberna cuando se mueve de un lado a otro ¿cómo perdió la pierna? ¿una incursión de hombres bestia? quizás es un pirata retirado o un veterano de guerra, tal vez fue solo un accidente con un carromato cuando era pequeño, o una enfermedad infecciosa obligo a los sacerdotes a amputársela ¿y esa voz? puede que fuera un cantante de ópera con talento y un accidente durante una obra le hizo perder la pierna y arruinó su carrera. Como ves, se puede inventar mucha información a partir del detalle más nimio, para hacer que tu PNJ de palo, se amolde como un guante a lo que necesitan los jugadores. Después, fuera de la partida, es el momento de crear la historia del PNJ con algo más de profundidad, sus objetivos y deseos, sus miedos, etc… (no todo puede ser improvisar).
Con las némesis pasa algo parecido, en un momento de la partida, los jugadores pueden cogerle ojeriza a algún enemigo en especial, ese mago tocapelotas que se ha cargado el objeto mágico del ladrón, o el guerrero que le dio el golpe de gracia a la bella exploradora antes de salir huyendo, el hijo intocable del barón que les hace la vida imposible con sus intrigas palaciegas… sea quien sea, ese PNJ acaba de ganarse un status especial, que entre otras cosas le va a salvar la vida en más de una ocasión. Porque una némesis no está ahí para que muera de un triste golpe de suerte, una némesis huirá y salvará la vida siempre que sea posible, ya que su muerte, debe suponer un reto, una conclusión a parte de la vida del PJ. Es además, una garantía de que sea lo que sea lo que los PJs estén planeando, alguien en algún lugar está maquinando contra ellos.
Una pirueta y un carro de heno permite al PNJ hacerse con el tesoro de los PJs y huir – Eedenartwork.blogspot.com. |
El objeto último de este tipo de secundarios de primer orden, no es otro que servir a la herramienta más potente que tienes para que tu grupo se divierta, la inmersión. Estos PNJs realistas, hacen que las tramas ganen credibilidad y además implican de una manera muy personal a los jugadores. No es lo mismo ‘vamos a ver quien está atacando a las caravanas de la ruta de la seda’ que ‘el cabrón que dejamos escapar en Dargash está implicado en esto’. Y esa capacidad para que los jugadores se impliquen en la trama es lo que los hace tan valiosos.
Por último, si alguien se ha quedado con ganas de saber qué diferencia hay entre aliados, mentores, archi-enemigos y némesis… pues es simple. Mentores y archi-enemigos serán PNJs de muy alto nivel que van a guiar u oponerse a los jugadores, son el Amo del Calabozo y Venger. No es necesario en absoluto que definas características y demás zarandajas de este tipo de personajes, su poder está muy por encima del de los jugadores y no tiene sentido que calcules cuantas veces puede el Dios matar al guerrero de un golpe. Mención aparte los juegos munchkin que terminan con los PJs superando a los dioses, en ese caso sí que te tocará hacerle hoja de PNJ (que diversión…) pero en todo caso será al final de la campaña. Sí que es interesante sin embargo que definas muy bien, que intereses los mueven, que tipo de poder tienen y los límites de este. Con estas breves pautas podrás guiar a estos actores sin problemas.
Sauron es la mano que mueve los hilos, pero no participa directamente. |
Aliados y némesis, sin embargo, sí que son de un nivel similar al de los jugadores. Para estos personajes sí que tendrás que hacer un desarrollo detallado, ya que es posible que peleen con los jugadores en algún momento y necesites llevar el control de cosas como cuantos conjuros de curación le quedan o si tiene +4 o +5 de iniciativa.
Si los mentores y archi-enemigos tienen una función de ‘motores de la trama’, introduciendo nuevas pistas y líneas argumentales, los aliados y némesis son una herramienta para el día a día, pueden apoyar al grupo un día que te falten jugadores o por contra presionar si estos empiezan a sentirse demasiado ‘cómodos’, quizás robarles un objeto o asesinar a un sospechoso al que seguían la pista.
Mención aparte merecen un tipo concreto de aliados, los aliados de nivel alto. A diferencia de los mentores, estos aliados van de la mano de los PJs durante parte de la aventura y pueden ser muy útiles en determinadas circunstancias, aunque también pueden ser peligrosos. Evita la tentación de otorgar demasiado protagonismo a estos PNJs (recuerda que no son tu personaje, tu no juegas, eres el Master) o puedes acabar con un grupo de jugadores aburridos mirando como el PNJ resuelve todas las situaciones. La forma de llevar esto a cabo, es que el PNJ tenga su propia agenda o sus limitaciones por códigos de conducta que deban seguir. Un paladín de alto nivel puede acompañar a los PJs pero haber jurado que no intervendrá en sus peleas, si la situación lo requiere (porque se te ha ido de las manos un encuentro y amenaza con echar a perder al campaña) el PNJ podría romper su voto, lo que podría traer nuevas subtramas con los PJs adquiriendo una deuda de favor con el paladín.
Un PNJ puede servir para suplir alguna carencia puntual del grupo, como un explorador o un healer. |
En estos momentos, hay un PNJ en la campaña que dirijo que es una clérigo que entraría dentro del alineamiento Caótico Malvado/Neutral (¿veis porqué no me gustan los alineamientos, la chica es un poco sicópata y disfruta infringiendo dolor, torturando y desollando gente, pero aparte de eso es bastante maja, sincera y alegre, no es malvada en todos los aspectos de su vida, solo en algunos muy importantes), el caso es que como estoy jugando una campaña de nivel 8 con PJs de nivel 4-5, me toca ir ajustando sobre la marcha el nivel de los encuentros. Este personaje me viene perfecto como medida de control, si veo que me he pasado con los tres asesinos de nivel 6, siempre puedo hacer que el PNJ eche una mano, si veo que la cosa está nivelada, entonces puedo hacer que le dé por eviscerar a un minion durante el resto del combate. Recuerda la función de este personaje, está para cubrir un posible fallo tuyo, no para cubrir las pifias de los jugadores. Si crees que el encuentro está nivelado y que los jugadores la están cagando por sus propias acciones, no dudes en dejar que palmen unos cuantos. Lo contrario puede ser aún más peligroso, si piensan que el PNJ les sacará de cualquier situación peligrosa donde se metan.
El entorno de los jugadores es lo que convierte una partida de Heroquest en una historia inmersiva y atractiva. PNJs con carácter, lugares detallados y tramas coherentes son tus mejores herramientas para que tus jugadores disfruten partidas inolvidables.
Esto es todo por hoy, nos vemos en la próxima entrada (no le pongo fecha que con las fiestas de por medio no se qué tiempo podré dedicarle al blog) y recordad que podéis seguir el blog en facebook, Google+ y twitter en 2maracasD10.