Jugando a cosicas (LXXXIX). El banquete de Odín.

Hola a todos, el fin de semana pasado estaba celebrando días del nombre y esas cosas y os quedasteis sin entrada pero ya hemos dejado atrás casi todas las festividades y banquetes y ya nos podemos poner manos a la obra.
Hoy os traigo una novísima novedad, recién sacada del horno de Devir nos llega el último monstruo de Uwe. Un juegazo que me iba a lanzar de cabeza al consumismo más abyecto, lo cierto es que hacía tiempo que tenía ganas de pillarme un juego nuevo de este autor, pero que finalmente me ha salido gratis (ventajas de hacerse viejo XD).
El banquete de Odín: (9)
Uwe Rosenberg
1-4 Jugadores
120 minutos (ja, ja, ja… será el primer tiempo, de 180 no bajas ni de coña)
Este era sin duda uno de los lanzamientos más esperados por todos los eurogames de buena familia y aparte de la manía de este hombre de hacer juegos cada vez más mastodónticos la verdad es que no ha defraudado a nadie.
En este banquete estamos a cargo de una tribu de vikingos y nuestra meta no es otra que tener el pueblo más próspero de todos. Vamos lo puntos de victoria de toda la vida.

El juego sigue las típicas mecánicas de colocación de trabajadores, nada nuevo en este aspecto, con un tablero central realmente enorme con decenas de opciones muy al estilo del Fields of Arle, anterior título de este autor. Aquí llevaremos a cabo las diferentes acciones que nos permite el juego que son amplísimas; podemos ir a cazar o pescar, dedicarnos a criar animales, recolectar, fabricar artesanía, explorar nuevos territorios y por supuesto coger el drakar y salir a matar y robar. En total más de 60 opciones para definir la estrategia de juego a tu gusto.

La zona central, con suficientes opciones para causarnos una AP de órdago (foto BGG).

Las acciones estás alineadas en columnas y cuanto más a la derecha nos movemos, más trabajadores requiere la acción y, generalmente, más potente resulta. Como siempre en estos juegos todo se reduce a que vas a tener una media de 20-30 acciones para toda la partida y debes optimizar y combar todo lo que puedas, sin olvidarnos de la clásica fase de alimentación… este tío parece que haya pasado una guerra, menuda manía con pasar hambre.

Cada turno, nuestros vikingos celebran un banquete en honor a Odín y hay que llenar la mesa de comida (foto BGG).

Durante el juego trataremos de conseguir diferentes bienes de consumo, una tonelada de tokens de cartón de diferentes tamaños y formas, estos cartoncitos vienen en 4 niveles de ‘calidad’; naranja (frutas y verduras), rojo (comida de verdad), verde (bienes) y azul (bienes de lujo) y se utilizan para alimentar a nuestros energúmenos barbudos y para engalanar nuestro poblado. Cómo conseguir estos productos y mejorarlos de categoría es uno de las estrategias que tendremos que dominar si queremos marcar la diferencia entre ser un auténtico Jarl vikingo o un fistro pecadoooor (tenía que hacerlo, perdón T_T).

Muy bonito hasta que te haces con el juego y caes en la cuenta que todo esto hay que destroquelarlo T_T (foto BGG.)
Una de las mecánicas que más ha dado que hablar de este juego es la colocación de las piezas en los tableros personales, que recuerda mucho al Patchwork (un filler de este autor que al que suscribe le ha dejado más que frío). Durante la partida colocaremos los bienes verdes y azules sobre nuestro tablero personal, tapando poco a poco el área del poblado para cobrar ingresos y recursos cada turno y para evitar la montaña de puntos negativos que nos llevaremos si lo dejamos descubierto. Como en el Agrícola pero a lo bestia, estoy convencido de que en este juego si te despistas te sale la puntuación a deber.

A la izq del tablero personal está la zona que debemos cubrir y eso que parecen moneditas amarillas son una montaña de puntos negativos que hay que tapar (foto BGG).
Pero creo que sin duda lo que más ha llamado la atención son los dados. Parece que este año tanto Rosenberg como Feld han decidido meter azar poliédrico en sus juegos, tal vez cansados de que les dijeran que solo hacían muevecubos sin alma… El caso es que algunas de las acciones requieren de una tirada de dado para calcular su resultado, aunque si fallas recuperas algunos de los trabajadores y ganas algunos recursos a modo de premio de consolación con lo que en realidad el azar no afecta demasiado al juego.

¡Dados! ¿Qué será lo siguiente? ¿Miniaturas? (foto BGG).

 El juego, como todos lo que hace este hombre, hereda muchas cosas de sus antepasados aunque sin duda al que más se parece es al Arle. También tiene muy poca interacción, más allá de robar acciones o alguno de los bienes de consumo especiales del juego. Vamos que te encantará si te gustan los juegos de Uwe y no te gustará si no te mola Agrícola & Co.

Tres mazos de profesiones al estilo del Agrícola para darle un aire diferente a las partidas.

Por último, decir que ‘El banquete de Odín’ es un juego duro de la leche. Tras dos o tres partidas puede que tengas claro el flujo de la partida pero las primeras veces vas a ir más perdido que un pulpo en un garaje. Si quieres un consejo, durante las primeras partidas céntrate en conseguir bienes y alimentar a tus vikingos, olvídate de momento de adquirir edificios o comprar islas.

La verdad es que el juego va cargado hasta los topes, como salga un ampliación no se donde va a entrar.
STATS
DIVERSIÓN; 9, un juegazo, toda la calidad del Fields of Arle con 2 jugadores extra.
DIFICULTAD; 8, hasta los frikis más recalcitrantes tendrán problemas las primeras veces.
FRIKEZ; 7, aunque el tema sea histórico la dificultad lo hace solo apto para jugones.
Link a El banquete de Odín en la Board Game Geek.
Nos vemos la semana que viene, recordad que podéis seguir el blog en facebook, Google+, twitter e Instagram.

1 comment for “Jugando a cosicas (LXXXIX). El banquete de Odín.

  1. December 3, 2016 at 6:29 pm

    A este le tengo ganas. Se lo ha pillado un colega y estamos todos con ganas de catarlo.

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